jueves, 4 de junio de 2015

El sol siempre asoma entre los nubarrones... ¿o no?



Llevo una semana complicada. Por un lado parece que se ha resuelto uno de los proyectos parados: el proyecto oposición.

Unas enmiendas introducidas por el grupo popular a su polémico proyecto de ley me da un respiro de 4 años (a priori 4 convocatorias) para poder sacar mi plaza. Creía que me alegraría pero no ha sido así. Ahí ha sido cuando he sido plenamente consciente de lo triste que me encuentro. 

Generalmente soy una persona alegre y optimista (aunque tengo cantidad de amigos mega pesimistas que me utilizan como espejo para volcar sus miedos en mi y opinan lo contrario). Sin embargo, yo sé que lo soy. Soy positiva, analítica, capaz de visualizar un proyecto y llevarlo a cabo de la mejor manera posible. Y generalmente me salen bien. Alguno se tuerce pero no suele ser un problema mayor que el de repensar el proyecto y plantearlo de otra forma. Quiero decir con esto que en mi vida, de un tiempo a esta parte, no hay grandes dramas. 

Sin embargo, esta semana estoy mal. Miro mis proyectos y no les veo final. Y no les veo final porque la realidad, después de mucho analizar, es que no me veo con ganas de llevarlos a cabo. No es que no me vea con capacidad. Se que la tengo. Es que no tengo ganas.
Y darme cuenta de que no tengo ganas es lo que me hunde. 

Quiero que el proyecto-bebé salga adelante y que esté parado me está agobiando y pasando factura. Estoy triste. La dieta es un asco que ni siquiera sé si funciona (llevo poco tiempo). Mi pareja tiene la empatía de un guisante en ciertos momentos del día y eso también me agobia. No poder compartir con él lo que estoy pasando me está matando pero cada vez que he intentado hablar con él desde enero, desde que perdí a nuestro niño, me encuentro un muro. 

Intento pensar que él tampoco lo está llevando bien. Con el paso de los meses empieza a asomarme otra idea en la cabeza: el superó la pérdida porque se lo ha tomado como que no la hubo y lo que está llevando mal es que yo no sea la alegre y pizpireta mujerzuela que conoció. 

Intenté hablar con él del bebé. Intenté que imagináramos juntos como sería. Y me sacó el tema de las migrañas y básicamente me ha dicho que no volveremos a intentar nada hasta que esté curada. Cualquiera que esté leyendo esto y sepa lo que es una migraña me entenderá. Se me cayó el alma a los pies ya que yo no estoy haciendo esto para curarme. Solo estoy intentando controlarlas, bajar su intensidad y frecuencia pero soy perfectamente consciente de que esto no se cura. 

No voy a curarme y mi pareja se ha enrocado en la posición de 'sin cura no hay bebé'. Incluso me ha hablado de adoptar. No me importa adoptar si realmente no puedo tener un bebé pero la cuestión está en que yo solo quería imaginar nuestra vida con un hijo (adoptado o no, solo el concepto 'hijo') y volvió a explotarme en la cara.

Ahora mismo tengo tanta presión encima que ni estudio, ni actualizo el blog, ni me paso por facebook, ni intento cocinar recetas chulas para seguir la dieta. Es como si todo fuera culpa mía (o de mi cabeza) y me estoy ahogando. 

Quiero volver a tener ganas de estudiar, de cocinar, de salir a la calle, de imaginar el futuro. Quiero que vuelva la alegre y pizpireta Hobbita. Se que la receta está únicamente en mi mano pero a veces es bonito pensar que hay alguien a tu lado acompañándote en el camino.

Mi sensación hoy es que vuelvo a estar sola.




2 comentarios:

  1. Hola hobbita! Acabo de aterrizar por tu blog y verdaderamente pienso que eres una persona fuerte, capaz de conseguir lo que te propongas. Quiero decirte que aunque en este momento concreto no vieras la luz, seguro que unos días después la habrás visto. El que no arriesga no gana y si tu ilusión es madre, lo serás, porque harás todo lo que sea necesario para que así sea.
    Si te soy sincera mi estabilidad económica no es nada buena, actualmente tengo un sueldo mediocre fruto de una beca predoctoral y mi marido trabaja 5 horas al día, pero no nos va nada mal. Y queremos ser padres, llevamos nueve meses de búsqueda aunque fue en septiembre del año pasado, después de un aborto bioquímico cuando nos decidimos a buscar familia porque en un principio queríamos esperar un poco más hasta abril o mayo de 2015. Te sigo a partir de ahora. Un abrazo!

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  2. Hola Ms. E. Gracias por tu comentario. Según voy saliendo del túnel y asimilando lo que ha pasado voy conociendo a mucha más gente que ha pasado por situaciones similares, con el mismo sentimiento. Y si, día a día veo más la luz. Es una realidad que parece que el tiempo todo lo cura. En mi caso, el tiempo y hablar naturalmente del tema.

    Nosotros decidimos ser padres porque pensamos que el dinero no lo es todo. A nosotros no nos va mal económicamente pero desde luego no se puede decir que seamos boyantes. Simplemente que somos un poco hormiguitas y vivimos bien con lo que tenemos. El caso es que nos dimos cuenta de que el momento perfecto nunca llegaría así que lo mejor que le podemos dar a nuestros hijos, antes que dinero y una casa con ascensor y piscina, es nuestro tiempo y nuestra juventud. Y ahí decidimos ponernos a ello.

    En mi caso, estoy desempleada (o no, porque realmente tengo una sentencia que dice que mi ultimo despido es un Nulo como un castillo, pero mientras se resuelve el recurso mi ex-jefe pasa de readmitirme) y estudiando para una oposición que no se si termina de cuajar. Así que el sentido laboral no es que me sienta plenamente satisfecha. Pero tampoco me subo por las paredes.

    Siento lo de tu aborto y que la búsqueda se esté alargando. Os dirán que estáis en la media, que hasta el año no se considera un problema.... la realidad es que, durante la búsqueda, siempre está ahí esa vocecilla que anticipa problemas (que luego seguramente no sean tales.

    Así que yo solo te diré que mucha suerte en tu búsqueda! Nos leemos y a ver si en breve podemos presumir de barrigas :).

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