viernes, 22 de enero de 2016

Sobre la importancia de la autonomía (III)



[ En los enlaces que os adjunto podéis leer las historias de mis yayos y mis abuelos ] 

¿Y que ha pasado con la generación de mis padres? Pues no podemos negar que mejorar, ha mejorado, la verdad. Y sin embargo, hace bastante tiempo leí un artículo muy recomendable. La generación del gato, de Marta Castro. Si no lo habéis leído, ya estáis tardando :p.

Mi yaya, todo lo moderna que era, tuvo un hijo y una hija. Mi padre y mi tía E. Como buena mujer de su época y, prudentemente, empezó a enseñar a su hija a realizar las labores del hogar ya que era lo que se esperaba de ella en el colegio. Mi tía tardó poco tiempo en rebelarse, al fin y al cabo los valores de esa familia eran difíciles de esconder.

- ¿Por qué yo tengo que hacer la cama y Q. no tiene ni que molestarse?

Mi yaya reflexionó largo y tendido y concluyó que mi tía E. tenía toda la razón. ¿Creeis que puso a mi padre a hacer las camas, como a su hermana? ¡NO! Lo que hizo fue permitir que mi tía E. NO hiciera las camas. Así que le crecieron un par de analfabetos funcionales en cuestiones del hogar. Allí donde mi yayo era una persona perfectamente capaz de desenvolverse.


Por otro lado, mi padre no tenía el más mínimo interés por herramientas, fábricas, deportes o trabajo manual alguno. Lo suyo eran los lápices, las acuerelas y el carboncillo. Y tenía talento. Y a mi yayo le encantaba y le traía en secreto cartones de la fábrica de medias en la que trabajaba para que los fuera llenando con sus dibujos e historietas. Sin embargo, mi padre creció y quiso estudiar... ¡bellas artes! No se lo permitieron, desgraciadamente. Era demasiado hasta para la mente abierta de mis yayos. Además, había poco dinero en casa, teniendo en cuenta que mi yayo era un pobre planchador de medias y que mi yaya aún no había desplegado su carrera secreta como Broker. Recordemos que en aquella época una mujer no podía abrir una cuenta corriente en el banco sin autorización de su padre o su marido.

Así que mi yayo apuntó a mi padre a un curso de aparejador, que tenía algo de dibujo según se informó. A mi tía E. la permitieron estudiar magisterio y psicopedagogía después. Fue en esa segunda carrera en la que conoció a mi madre, que la estaba haciendo prácticamente en secreto, a espaldas de sus padres. Se hicieron las mejores amigas del mundo y así conoció mi madre a mi padre, el hermano mayor de su mejor amiga. Ya sabéis, ¿casualidad o destino?

La realidad en mi casa es que al principio, mi padre era un tipo moderno, de la época. Lo que se esperaba de él en su círculo de artistas. Los sábados, mi madre trabajaba y él preparaba la comida. Siempre paella. Por lo visto era lo único que sabía hacer su especialidad. Digo por lo visto porque yo no he tenido la suerte de catar ese arroz en mi vida. Cuando mi madre dejó de trabajar los sábados, se acabó el entrar en la cocina a cocinar. Tampoco fregaba los platos pero se negaba a comprar un lavavajillas. Mi madre entonces dejó de fregar los platos y él dijo que no era para tanto, que a partir de ese momento, él se encargaba de fregar. Dos meses después, mi madre tenía lavavajillas. Y acoto el 'mi madre tenía' porque en la vida le vi cargar o descargar el lavavajillas (ya sabéis, la máquina se compró para aliviar la carga de trabajo de mi madre). Las tareas domésticas estaban perfectamente divididas entre los dos. Ya sabéis, mi padre era un artista moderno, un hombre de su tiempo que 'colaboraba' en casa, no como los tipos del bar que no hacían nada. Su tarea doméstica en la vida era pasar el aspirador los sábados por la mañana. Un día mi madre se lo encontró enseñándome a pasar la aspiradora con 7 años. No se puede decir que no fuera un hombre de recursos....

Lo mejor de todo el asunto era que, en cuestiones de dinero, mi madre era 'el cabeza de familia' y siempre ha ganado bastante más dinero que él O_O. Vamos, que se podría haber comprado el puñetero lavavajillas o ponerse asistenta cuando hubiese querido ella, sin necesidad de contar con mi padre pero su educación era una barrera poderosa.

Así que mi madre, además de trabajar, tenía que cuidar a la niña (mi padre me quería para un rato pero el mundo interior de un artista es complicado y pronto aprendí el significado de la expresión 'hacer mutis por el foro'), encargarse de la casa, sacarse una oposición (se terminó sacando dos O_o) y demostrar a la vez que vivía en la perfecta armonía casera moderna. Mi padre era un padrazo, un partidazo, un artistazo, un cabronazo (uys, perdón). ¿Qué más se podía pedir?

Claro que mi madre no sabía hacer de todo. De su familia había aprendido las 'cosas propias de mujer' y en la facultad había aprendido las 'cosas del mundo laboral' y a rebelarse un poquito. Y mi padre directamente no sabía hacer nada. Bueno si, dibujar, hacer fotografías y comprar cuadros de artistas emergentes que luego pegaban el pelotazo. Para eso tenía ojo mi padre y, si bien no he heredado su talento artístico, al menos he heredado su visión para el arte. El caso es que en mi casa, colgar los cuadros de los susodichos artistas emergentes era un drama. Pero un auténtico drama, oiga. Y yo he crecido con mucho miedo a las herramientas porque, obviamente, con semejantes discusiones a raíz de una mierda-cuadro un cuadro, debían ser armas sacadas de lo más profundo de los Avernos, llegadas a nuestros hogares para sembrar el caos y la discordia. 

El caso es que la vida en casa se fue tornando cada vez más complicada. No tiene mucho sentido explicar aquí por qué. Dejémoslo en que la vida con una persona como mi padre es muy difícil. Mi madre además fue aplicando teorías pedagógicas bastante modernas en mi educación, en parte por principios (aunque no ejerza sigue siendo una pedazo de pedagoga, lo veo con mis sobrinos y es un don de la naturaleza) y en parte por un subconsciente que le hacía renegar de todo lo que oliera a la educación recibida por ella. Que yo siempre digo que tan mala no pudo ser cuando, a pesar de ella, mi madre ha sido capaz de construirse a si misma como mujer pero la mujer tiene un trauma infantil con los miedos inculcados por mi abuela, la dependencia y la castración. Conclusión: que ha trabajado duro para crear una hija bastante independiente. No le ha salido perfecto pero oye, soy una tipa con recursos a la que no le va nada mal. Total, que yo me independicé en cuanto vi la ocasión, a los 18 años. Y eso en mi generación es decir mucho (en fin, a mi cuñado Z. le acaban de quitar la paga con 34 añazos y ha sido el SHOCK de su vida).

Ya sabéis que mi padre acabó muriéndose así que no conocerá a la Habichuela. Aquí tengo sentimientos encontrados. Por un lado, no deja de ser mi padre y me habría gustado conocerle en su faceta de abuelo. Por otro lado, el carácter y la enfermedad mental de mi padre hace que, como madre, no desee que ese tipo de personas formen parte de la vida de mi hija. Así de duro es y así lo siento así que, por ese lado, en el fondo me alegro de no tener que plantearme semejante disyuntiva: el como llevar la relación entre mi padre y mi hija. Además, la Habichuela va a crecer teniendo un abuelo materno maravilloso: el Novio de mi Madre. Es todo lo contrario a mi padre en muchos aspectos y clavadito a él en otros. Lo importante es que cocina que te mueres, limpia y sabe usar un taladro hace feliz a mi madre, a sus hijos y a sus nietos, que ha sido capaz de integrar a las dos familias juntas. Es el artífice de que yo sienta a sus nietos biológicos como mis propios sobrinos y se que siente a mi hija como a su propia nieta. Y ese amor se agradece porque en mi opinión, la Habichuela no necesita de los genes. Necesita del cariño de la gente que vaya a tener cerca. Así que, le pese a quien le pese, el Novio de mi Madre será, a todos los efectos, el Abuelo Materno de la Habichuela. Y yo me quedo mucho más tranquila con esta situación. 

¿Vuestras madres también son de la generación del gato? ¿Se la dieron con queso? ¿O consiguieron una verdadera igualdad doméstica con vuestros padres? (de la laboral no pregunto nada porque a día de hoy, nosotras no la hemos conseguido :p)

<< Continuará >>

19 comentarios:

  1. Buff mis padres se divorciaron cuando yo tenía unos 3 años. Por aquel entonces mi padre y curraba y mi madre se quedaba en casa con nosotros. Eso sí aunque ambos sabían hacer de todo en la casa mi madre le daba mil vueltas como demostró cuando se separaron y tuvo ni madre que trabajar y criarnos a la vez, mi padre cuando íbamos un finde no estaba casi nada atento de nosotros.

    Lo de la sangre bueno yo he tenido algún tío que ha pasado de nosotros y amigos de mi madre que han sido tios o abuelos para mi hermano y para mí, igual que le pasara a mi hijo con algunos amigos nuestros.

    Saludos!

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    1. Es que veo a diario la importancia que le da la gente a la sangre (cuando muchas de esas personas ni siquiera entienden de genética). He vivido casos cercanos de los que, directamente, he sentido asco y vergüenza ajena.

      La familia, para mi, es aquella que te acoge y te acepta como eres, vengas de donde vengas y sin rencor. Mi sobrina (sobrinastra si nos ponemos puristas) quiere hablar conmigo por teléfono cuando llama a sus abuelos y se entera de que estoy de visita y yo me derrito de amor cuando me la pasan porque ese cariño no se finge.

      Tu madre tuvo mucho valor y desde luego que demostró darle mil vueltas a tu padre. Pero es otra víctima más de la generación del gato (aunque en su caso, afortunadamente, aguantó mucho menos tiempo que mi madre, que se separó cuando yo tenía 18 y ya me había largado de casa).

      Un abrazo :)

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  2. Ufff...me he sentido muy identificada cuando has descrito a tu padre. Dejémoslo ahí...

    Yo creo que la familia no es sólo la de sangre. Una familia nos toca, la segunda la escogemos en parte nosotros.
    Besos!

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    1. Yo intento pensar que mi padre tenía cosas buenas pero aunque le de vueltas y vueltas... no puedo. A mi me pasa al contrario que los talibanes de la sangre: creo que el cariño y el amor te lo tienes que ganar, no viene de serie con los genes.

      Por supuesto que una familia es la que nos toca pero también opino que si esa familia hace daño, tenemos libre albedrío para separarnos. Y la familia que escogemos que no tiene porqué tener lazos genéticos con nosotros: amigos, parejas, etc.

      Un abrazo :)

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  3. En mi casa puedo decir que he visto tanto a mi madre como a mi padre hacer labores domésticas. Él hace un arroz al curry con pollo que te mueres, natillas, pollo al ajillo, solomillos con salsas espectaculares, arroz con leche, crepes... entre otras cosas. También le he visto y veo barrer y fregar el suelo. Cuando mi madre está muy liada es él quien va a hacer la compra, friega platos, hace las camas, plancha... Todo eso lo he visto en mi casa y lo sigo viendo.
    Recuerdo que mis hermanos y yo nos poníamos a hacer los deberes con mi madre o mi padre (si estaba en casa). Él nos hizo una especie de lámina graaande con las tablas de multiplicar que colgó con un marco en la sala de estar jjj... También nos llevaba al cole si podía.

    Mis padres han sido bastante apañados como padres, creo yo. Lo único poco justo es que fue mi madre quien renunció a su trabajo para estar con sus hijos (cuando ella ganaba más que mi padre). Supongo que estaba bastante mal visto que fuese al contrario y la presión social era mucha. De todas formas, mi madre no quiso perderse el poder estar con nosotros (bien podría habernos puesto una persona para que nos cuidara y no quiso). Cuando fuimos mayorcitos ella volvió a trabajar. De hecho, aún trabaja.

    Y respecto a la familia, estoy de acuerdo en que no hacen falta vínculos de sangre para sentir a alguien como de tu propia familia. Todo es cuestión de amor y respeto.
    Me alegra que Habi tenga a sus cuatro abuelos :) Va a tener raudales de amor jjj

    Un abrazo!

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    1. El caso de tu madre se parece al de mis tíos 'los hippies'. Cuando tuvieron a mi prima E. se planteó el que uno de los dos se quedara en casa. En su caso al final se quedó mi tío y ya no son solamente los comentarios que tuvo que sufrir en su época si no los que sigue sufriendo a día de hoy. Que si vago, mantenido, poco esforzado.... A mi me parece que tomó la mejor de las decisiones: quedarse con su niña, mandar al guano un trabajo cutre que no le sacaba de pobre y vivir con el sueldo decente de su mujer.

      Me alegro de que tu padre estuviera implicado en crianza y hogar. Así es como quiero intentar criar a Habi. A ver que tal nos sale el experimento :p.

      Un abrazo :)

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    2. Sí, se parecen, sólo que en mi familia, fue mi padre quien siguió trabajando y mi madre en casa con los niños por unos cuantos años.

      Ahora mis padres también se implican los dos en las cosas del hogar y en cosas de sus nietos (hijos de mi hermana que está divorciada y le echan un cable). Mi padre muchas veces les lleva al parque, o a comprar... O como son dos niños, uno prefiere ir con el abuelo al parque o por ahí de paseo y el otro prefiere estar con la abuela en casa jugando.

      Seguro que Habi va a tener unos padres geniales ;)

      Abrazo!

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  4. Pues con mis padres pasa un poco lo mismo que pasa en mi propia casa, que como mi padre siempre ha trabajado muchas mas horas que mi madre, pues tareas de casa pocas, aunque cuando está hace igual, eh? Eso si, fregar los cacharros, cuando después no tiene que volver al curro, siempre es tarea suya! ;-p Mi padre es un manitas así que todo lo que son reparaciones, mantenimientos varios y similares recaen en él, pocas veces a ido algún técnico por casa, casi siempre se apaña él para arreglar lo que se avería.
    Los lazos de sangre están bien cuando la relación es sana, pero los mejores lazos son los del cariño y el amor, esos son los importantes. Como ya te dije, la abuela de mi chico fue para mí mi abuela también a pesar de no ser de "mi sangre". La Habichuela va a tener lo más grande, va a crecer con 4 abuelos que le van a querer un montón!

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    1. La Habichuela tiene mucha suerte. Tanto los abuelos maternos como los paternos están emocionados. Además, tendrá también un par de tíos abuelos que la esperan con la misma ilusión. Y tendrá un tío de sangre que está emocionadísimo (el hermano del Mozo, mi cuñado) y, al menos, un tío-primo (ni idea de cual es la palabra de parentesco) que me parece que la va a volver una friki de los tableros. Y un montón de amigos-tíos y primas-amigas de la pandilla.

      En la clínica la manitas era yo. En casa nos repartimos tareas de bricolajes varios. De la fontanería y el cableado informático se encarga el mozo. Yo soy la carpintera y pintora oficial xDDDD. Ambos cocinamos, tenemos las tareas domésticas repartidas. Hago yo más porque estoy más tiempo en casa y he de reconocer que, si algún día le toca hacer otra fuera de su rango de acción, acabo desesperada y de los nervios: mi Mozo a día de hoy, NO sabe poner una mesa. Parece una gilipollez pero no es capaz de centrarse en algo tan sencillo como: mantel + vasos + cubiertos + servilletas + agua. Le dices, 'pon la mesa' y, tres años de convivencia después, cuando me giro con la sopera hay un mantel y dos platos. O un mantel y una botella de agua. O dos platos, dos vasos y dos tenedores (por dios, es sopa!!!). Las servilletas nunca están puestas y el resto de artículos van variando según si nivel de concentración. Últimamente pienso que lo hace a propósito para porculear y reírse de mi reacción.... grrrrrrr.

      A cambio, cocina muy rico ^_^.

      Un abrazo :)

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  5. Me gusts como escribes estas entradas sobre la autonomía...
    Mi padre cuando yo era pequeña no hacía nada de nada, ahora ni madre que está un poco pachuchi pues él la consiente y le cocina y demás!!
    Por suerte todo esto ha cambiado y mi novio es un padrazo que sabe hacer incluso más tareas que yo!
    Un beso

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    1. Pero es una pena que tengan que esperar a que esté la mujer pachucha para demostrar que son perfectamente capaces de hacer las cosas. En el caso de mi Abuelo Materno, ni con la convalecencia de mi Abuela Materna (operada de cancer de mama) se dignaba a hacer nada. Era una pelea constante. Le daba "vergüenza" ir a la compra y se negaba a coger una escoba o a llevar su ropa sucia al cesto. ¡Que horror! Y la única vez que mi madre estuvo convaleciente, después de la histerectomía, mi padre tuvo a bien cogerse una neumonía que le llevó a la UCI de otro hospital y acabé yo, adolescente perdía, sola en casa con mi gato yendo por las mañanas a ver a mi padre a la UCI y después enlazando con el hospital a ver a mi madre. xDDD.

      Un abrazo :)

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  6. Muchas veces los lazos de sangre no son necesarios. Y en el caso del novio de tu madre, estoy segura que ejercerá de y sentirá a la habi como su verdadero abuelo. Esa niña tiene mucha suerte. Historia preciosa. Un abrazo.

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    1. El Novio de mi Madre es un Abuelazo! Se desvive por los nietos que ya tiene y está encantado con nuestra niña. Fue el único que 'acertó' el sexo xD. Fue quien me acompañó cuando tuve el legrado (junto con mi madre), me ha llevado a algunas ecografías cuando tenía vacaciones.... Está muy contento y deseando que llegue la enana, y juntarla con sus nietos y llevarselos a todos al Retiro y de vacaciones.... Creo que habrá que pararle los pies, jaja.

      Un abrazo :)

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  7. Gracias x compartir tu historia.me a encantado tu madre.en mi caso es al revés mi padre hacia de madre x q mi madre también trabajaba con horarios raros...Q hacían q no estubiese nunca a la hora de comer y x la tarde así q yo y mi padre comíamos solos el recogía la casa y yo con el.hacíamos la compra y atendía mis necesidades en todo.un maravillos ser q cuando murió..me dejo huérfana...con mi madre..me medio entiendo..pero mi padre me llamaba todos los días venía a verme era todo amor.mi madre me quiere pero va más a su bola...nos llámanos de vez en cuand nos vemos casi siempre los lunes y poco más.pero no dudo q esta ahí y si me hiciera falta ella me apoyaría al máximo.mi padre adoraba a mi madre y la mimaba,su día libre le hacía su cafecito,y recojia rapidito para q cuand se levantase no tuviera q perder tiempo.Q conste mi padre era taxista no amó de casa aunq lo hacia.gracias x mq esto me ha servido de terapia un poco...soltarlo.mi padre murio con 50 años hace 6 y no no me acostumbro ya nadie se preocupara y me mirara como el lo hacia.el me miraba y ya sabia q todo pasaria.como te hace sentir una madre pero era mi padre.un saludo

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    1. Creo que si mi padre hubiera seguido vivo me habría acabado pasando como a ti con tu madre. Trato cordial pero poco más. O, si hubiera seguido empeorando, creo que no tendríamos trato, directamente.

      La historia de tu padre es preciosa y te hizo sentirte como lo que eras: su hija. Su maravillosa hija. Para mi, mi niña va a ser lo más preciado del mundo y quiero que sienta ese amor desde el minuto 0 de vida.

      Siento mucho que muriera tan joven pero te dejó ese poso maravilloso que es el cariño y el recuerdo (el buen recuerdo) de una persona que te amó bajo cualquier circunstancia.

      Un abrazo fuerte!

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  8. No importa tanto la sangre si hay amor y cariño. Al final, lo que uno necesita es afecto, y eso lo da las personas que te quieren, no las que están en tu árbol genealógico... Besitos

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    1. Efectivamente. Yo he sentido mucho cariño de gente de mi sangre y de gente que no comparte ni una gota conmigo. Y también he sentido mucho desprecio proveniente de mi familia de sangre. Así que lo importante es que la Habichuela descubra lo fantástico que puede ser el cariño y el amor venga de donde venga.

      Un abrazo :)

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  9. Mi padre curraba mogollón de horas, por lo que mi madre se encargaba de casa y cocinar. Lo que sí me cuenta mi madre es que era un padrazo, que si estaba él ella no cambiaba un pañal, me bañaba él, me llevaba a todas partes. Vamos, como mi Friki, que es más madre que yo (solo que él y yo sí nos repartimos más las tareas)
    La sangre... pues ni me tira ni me puede tirar, porque a estas alturas de la vida de familia solo me queda mi madre. Pero por ejemplo sus amigas se vuelcan con mis hijas, o mis amigas están ahí para todo. Como tú dices, me aceptan como soy y nos queremos, que debe ser como ser familia ;)

    Me han encantado los posts con las historias de tus abuel@s. A cada cual más distinto.

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    1. A mi de familia con la que me trate me queda mi madre. Luego tengo mucha familia a la que intento mantener lo más alejada posible de mi. He construido otra familia diferente con la que tengo mucho más trato y a la que, sinceramente, aprecio muchísimo más porque les dan mil vueltas como personas y ya ha llegado un momento en que prefiero rodearme de gente buena. A mi es que salir cabreada de los sitios por recibir un sin fin de desprecios y bufidos hace tiempo que me dejó de molar xD.

      Mis abuelos fueron todos diferentes. Mis yayos fueron mis referentes en lo positivo aunque también hubo sus claroscuros, claro. De mis abuelos saqué más bien ideas acerca de lo que NO quiero para mis hijos, que oye, también es una enseñanza :p.

      Un abrazo :)

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