miércoles, 7 de marzo de 2018

Babyblues



En esta segunda maternidad que estoy viviendo las cosas se han desarrollado de una forma muy distinta a como fue con Habi. Ya conté en otros post que me había dado tristeza postparto en esta ocasión y me gustaría reflejar un poco lo vivido que, aunque no ha sido en absoluto agradable, ha sido una realidad de la que se habla cada vez más, pero como de pasada. 

Y es que el babyblues es algo completamente normal que le ocurre entre un 60 y un 80% de madres y que no es más que un desajuste hormonal. O al menos eso dice la teoría.

¡JA!


Cuando lo vives es bastante chungo. Y eso que yo he leído del tema, lo he visto pasar en otras madres amigas mías y creía que, si me pasaba, pues ya está: me había pasado. Sin embargo una cosa es leer sobre ello y otra cosa es vivirlo en tus propias carnes. 

Mi babyblues no ha sido tanto de llorar por las  esquinas como de desconexión. Y es que la desconexión con mi pequeña Pulga fue brutal.

No ha sido hasta apenas una semana que he logrado por primera vez mirarla y conectar con ella. Sentir ese amor materno-filial que es tan maravilloso. Y es duro. Es muy duro no sentir ese amor infinito. Es duro saber que tienes que cuidarla pero que lo haces como un autómata. Es duro que tu bebé no huela a bebé (ese olorcito que tanto me enamoraba de Habi, la Pulga no lo tiene). La cuidas porque tienes que hacerlo. Le cambias el pañal porque toca. Y sin embargo no te embarga ninguna emoción positiva. 

El problema es que todos estos sentimientos reales y válidos (no se puede cambiar lo que sentimos) chocan brutalmente con lo que se espera de ti como madre en ese momento. Se espera que estés cansada, agotada, que llores, que tengas un vaivén hormonal, que llegues a gritar.... Pero no se espera que tu cabeza mire a ese bebé y no lo reconozca como propio y tengas que hacer un gran esfuerzo mental por atenderlo. Y eso es lo que yo sentía: que la Pulga no era mi bebé y el parto aún no había ocurrido (algo ridículo puesto que la he visto nacer y no me he separado de ella para nada). 

Además todo este sentimiento se transforma en culpa. Porque en mi primera maternidad, esa que se supone más complicada, todo fluyó como por instinto, todo fue bien. Y en esta todo estaba yendo 'bien' y sin embargo todo estaba mal en mi cabeza. 

- Parto bien: ¡ey! ¡Enhorabuena! Has conseguido el PVDC que querías.... pero no fue EXACTAMENTE como lo quería (este es un duelo que estoy pasando pero aún no estoy preparada para explicarlo porque yo misma aún lo estoy procesando como algo ni 100% malo ni maravilloso).

- Lactancia bien: tal cual como con Habi. Ni una grieta, ni un problema de producción, bebé gordo como una pelota que gana peso estupendamente.

- Paternidad bien: hemos cazado el mes de paternidad con el Mozo en casa (si bien nos han robado esa quinta semana prometida, ejem).

- Ayuda familiar bien: abuelos a plena disposición si los necesitábamos, amigos deseando venir a conocer a la Pulga, vecinos ofreciendo manos...

- Comida bien: un supercongelador hasta arriba de comida.

- Porteo: estupendo. Con la segunda ya no hay curva de aprendizaje que salvar.

Entonces, ¿que coño pasaba?

Pues que las hormonas estaban tomando el control cerebral siendo yo perfectamente consciente de ello pero incapaz de retomar el control. Y esa sensación de que vas perdiendolo es un poco chunga. Todo ello aderezado con esas experiencias de otras madres en las que se hablaba de que la bimaternidad era cansada pero que el amor no se divide si no que se multiplica. Pues yo quería esa multiplicidad y nada. No sentía nada parecido al amor hacia la pobre Pulga. De hecho, y aunque me cueste verbalizarlo, hubo ciertos momentos de la noche en que me miraba con esos ojazos que tiene como pozos y no es que no sintiera nada, no (eso habría estado hasta bien). Es que sentía verdadero rechazo. Y había que hacer un ejercicio grande de autocontrol para no apartarla de mi y marcharme a otra habitación. Sola. 

Lo bueno del babyblues es que se pasa. De repente un día, la Pulga me miró con su cara de pepona y ya no sentí rechazo. De pronto había allí un bebé tierno listo y dispuesto a tirarse un pedo con salsa encima de mi. De pronto que me vomitara encima no importaba. De pronto había recuperado a mi bebé (y mi bebé a su mamá).

Lo malo es que hubo algunos momentos en los que mi cerebro me lanzaba señales de: "¡Ojo, Hobbita! Que esto empieza a parecerse mucho a una depresión postparto". Y sin embargo ningún profesional a los que visité en este tiempo pudo detectarlo. Pese a que, como me daba ya un poco de reparo lo que estaba sintiendo, se lo dije abiertamente a matrona, enfermera y médico de cabecera.

Yo ya iba a pedir hora con mi psicóloga de confianza cuando se me pasó pero creo que una valoración postparto en Salud Mental no estaría de más pero claro, si no nos hacen revisión del suelo pélvico, ¿para que van a hacer una valoración mental de la madre?

Mi mejor amigo está en Holanda y allí el servicio nacional de salud les puso una matrona durante (creo) dos o tres semanas yendo a su casa y además le llamaron a él (al padre) para hacerle un cuestionario que avisara de posibles signos de tristeza postparto o babyblues en la madre.

Creo que verbalizarlo ayuda y ahora que tengo tribu nueva, lo he hablado con las que tengo más confianza. Y es curioso porque una de ellas está diagnosticada de depresión postparto pero tuvo que ir por lo privado para que la trataran (una vez tratada, fenomenal). Me gusta mucho hablar con ella porque, sin drama de ningún tipo, nos contamos nuestras sensaciones hacia los bebés y... ¡ostras! ¡Que se parecen un huevo! Ella me dijo que su psiquiatra le comentó que en su opinión, la depresión postparto está infradiagnosticada porque no se acude a la consulta. Se deja solas a las madres y allá te las compongas.

Por lo tanto, desde esta humilde tribuna hobbita, yo animo a cualquiera que, tras el parto sienta que 'algo' (lo que sea) no va como debería (mentalmente hablando), que pida ayuda, que hable con otras madres (aunque sea virtualmente), y que no se lo guarde dentro. Porque donde parece que hay tristeza postparto puede haber otra cosa perfectamente solucionable. Que no es culpa nuestra, si no un desajuste hormonal, y que tiene tratamiento. Y sacarlo, compartirlo y descubrir que no estás sola en esto, te hace quitarte un peso muy grande de encima.

Tras el parto, ¿vivisteis esta tristeza postparto? ¿Cuanto tiempo os duró? ¿Alguna llegó a sufrir depresión postparto diagnosticada?

24 comentarios:

  1. Que alegría tu retorno!!!
    Postparto... hoy, casi 2 años después, pienso en mi postparto y duele. Mucho. De echo, he terminado de leer tu post con lágrimas en los ojos.
    Te cuento: parto rápido, 2 horas después de haber ingresado la peque ya había nacido (ya llegué dilatada de 8 cm). Pero... nació con forceps, así que episiotomía, 15 días en los que sentarme era un suplicio. De regalo, anemia, una dosis de hierro cada 12 horas. Peque baja de peso, con lo que ayuda de biberon desde el principio en cada toma y despertandola cada 3 horas si o si. Esta es la parte física, entendible el cansacio. Pero se sumo la parte mental... pensaba lo bien que estábamos sin la nena y que solo había venido a fastidiar. Como tu dices, la cuidaba porque la tenía que cuidar pero era una sensación extraña porque por otro lado pensaba que quién la iba a cuidar mejor que yo.
    Fue horrible. Eso si, importantisimo para mi: la enorme paciencia de mi chico y mi madre.
    Me alegro que babyblues "solo" haya sido eso y no haya ido a más. Pero es verdad que en la SS no se le da la importancia que tiene.
    Un beso enorme!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si! Ya estoy por aquí, q ya ha pasado la cuarentena y ademas estoy mas contenta. No creo q tenga tiempo de hacer mas de una entrada semanal pero poco a poco a ver si retomo el ritmo.

      Siento lo de tu postparto. Yo estoy descubriendo un mundo nuevo conel postparto vaginal, la verdad. Y hay tan poco tiempo para dedicarnos que al final se cronifican cosas simplemente por el esfuerzo de tener que planificar, investigar, buscar, pedir citas, ir.... Que rabia que no se protocolice como debería (mira, aquí si que debería estar el bendito protocolo)

      Eliminar
  2. Tu post de hoy es sencillamente maravilloso. Ojalá no lo borres nunca para que quien lo necesite (tanto él como ella) lo pueda leer y comprender lo que pasa...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras. El post se queda aquí por los siglos de los siglos . :)

      Eliminar
  3. El post de hoy me ha impactado.. qué duro y qué difícil de entender para alguien que no lo haya vivido. Yo estoy decidida a ir a por un segundo y una posible desvinculación así me asusta más que un embarazo de riesgo o un parto complicado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues lo malo es que te puede pasar y lo bueno es que se soluciina (solo o con ayuda) . Que agradable desde luego no es y da rabia tener ahora la sensación de haber 'perdido' el primer mes de vida de mi Pulga... Pero todo vuelve a su cauce y ahora tengo dos bebés una maternidad no pinterest muy chula (con sus matices) y me vuelvo a sentir bien, con ganas de hacer cosas y sin culpas.

      Así que si deseas a #2, a por el!

      Eliminar
  4. Dios pobrecita, he leido tu post y se me han puesto los pelos de punta.
    Yo pensaba antes q ese tipo de sensaciones era extraño q pasara cuando al bebe no se le separa de la madre...pensaba q la naturaleza en teoria nos tiene q dar ese enamoramiento loco hacia nuestros bebes para q les protejamos. Ya he oido de una amiga cercana q le paso lo mismo q a ti teniendo un parto bonito y respetado asi q es un misterio y no lo entiendo porq las hormonas tienen q jugar esa mala pasada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues un poco lo mismo que pensaba yo... De Habi me separaron 4h,fue cesárea, no participé prácticamente en nada... La Pulga ha sido parto vaginal (pero desconectado) piel con piel desde el minuto 0,porteo 24h....y mira! Misterios insondables de las hormonas. Supongo. :/

      Eliminar
  5. Coincido 100% con Anna. Mi posparto también fue así. ¿Quizá porque también fue instrumental y en vez de parir parecía que me hubiera pasado un tranvía por encima? ¿Porque me costó mucho aceptar que tenía que alimentar a mi bebé con leche artificial? Imagino que por una mezcla de todo pero me sentí fracasar como madre desde el minuto uno. Además el bebé me molestaba para todo, sus llantos resonaban en mi cerebro recordándome lo mal que supuestamente lo estaba haciendo y bueno, que durante el primer mes (o más) mi hijo fue de su padre pero mío no.
    Duele mucho escribir estas palabras sobre todo porque cuando estaba en bucle gritaba "no quiero ser madre" a mi pareja. Pobre, qué paciencia.
    Reconozco que lo largo de estos más de dos años como madre he tenido mis altibajos pero nunca volví a estar metida en ese pozo y aunque no me diagnosticaron depresión la tuve o estuve muy cerca. Ojalá se hubieran preocupado tanto de mi salud mental como del suelo pélvico, que en eso la SS sí se portó.

    PD: aunque lo lógico en una situación de estas características es pedir ayuda, en mi enajenación mental pedir favores me era casi imposible y me costaba la vida aunque estuviera hecha trizas (por dentro y por fuera). Así que papás, también al loro porque nosotras a veces desconectamos el botón de help!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una situación complicada de la que cuesta salir. Siempre lo digo: la información es poder. Y no nos informan. Y luego te das de bruces con una realidad que es propia y puede que no sea la del vecino pero que existe, la estás viviendo y tienes que salir adelante practicamente sin recursos y con un entorno que anda pelín perdido por la situación.

      En mi caso, ya he conseguido que un médico me tome en serio (ya os contaré) y al menos tengo la seguridad de estar en el sistema.

      Solo decirte que eso que pensabas, que sentías y que gritabas, era real. Que nos pasa a muchas. Que puede pasar en un postparto si y en otro, sin embargo, no. Que no hace falta tener un parto complicado, un entorno fastidioso (aunque desde luego, vivir esas situaciones son un plus) si no que es una situación de desequilibrio hormonal que hay que detectar y tratar.

      En este caso vamos al revés. Yo con mi revisión de suelo pélvico, chunguera, pero con la salud mental voy cubierta xD.

      Eliminar
  6. Yo lo viví. Y aunque duró sólo 20 dias, lo pasé fatal. Un bebé tan deseado, un embarazo maravilloso, un buen parto... Y unas hormonas que lo jodieron todo durante ese tiempo. Yo a mí niña si la amaba. Pero a la vez tenía una inexplicable tristeza que no me dejaba disfrutar. Y todavía hoy lo recuerdo con pena. Esos 20 días de bebé recién nacido nunca los voy a recuperar. Por mucho que a partir de ahi todo fuera maravilloso, siento que me perdí días tan especiales! Aisss. Gracias por hablar de ellos.
    Ana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siento muchísimo lo vivido, Ana. Lo bueno es que lograste recuperarte. Lo malo, como dices, esa sensación de días perdidos que no se recuperan U_U. Yo sigo ahí, dando el coñazo a médicos para que me miren porque al final esto no va a ser muy normal. Y ya he conseguido entrar en el sistema y estoy más tranquila al sentir que me tienen controlada.

      Eliminar
  7. Yo con Renacuajo tuve un parto precioso y lo adoré desde el primer minuto, pero no tuve una conexión madre-hijo con él. No sé, era como si ese bebé no fuera mío. Tenía unas expectativas en la cabeza y aquel bebé no las cumplía. No era ni más bonito ni más feo, simplemente, no noté filiación ninguna con él. Y no sé en qué momento cambió, pero lo hizo. Y eso que mi posparto tampoco fue malo (a ver, dentro de lo que es un posparto y el baile hormonal+horas sin dormir+primeriza+niño que llora desconsoladamente).
    Un abrazo y a disfrutar de tus muchachetas todo lo que puedas, que el tiempo vuela!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En esas estoy. En recuperarme mentalmente hablando y volver a engranar todo (dentro de lo desorganizados que somos en Mordor xD). POquito a poco, ya iré contando los pasos que voy dando. Porque me temo que esto no ha hecho más que empezar.

      Eliminar
  8. Pufff a mí lo que más temo de todo es el post parto y las baby blues o depresión post parto. Yo no recuerdo el olor de bebé que tanto hablaban ...y me sentí tan perdida , desbordada , sola que recuerdo con dolor los primeros meses. Me alegro que hayas conectado con tu peque ..que sentimientos más malos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Habi tenía un olorcito maravilloso. Era mi bebé al 100%. Lo amé desde el minuto cero, desde la concepción misma. La Pulga... la amé durante el embarazo, la desee, la parí en un buen parto... y no. No lo logro. Es tan duro sentirlo y tan dificil explicarlo.... El paso más difícil está dado y ahora solo queda recuperarse.

      Eliminar
  9. Te leo y me entra miedo. Miedo porque aún sin parir llevo un par de semanas algo tristona sin motivo y me da que tras el parto pueda ir a más. Y mi marido sólo sabe decir que si es por él. Meu deus si ni siquiera yo sé por qué es.
    Espero equivocarme, pero leerte me ayuda a saber que si ocurre es normal. Porque sigo sin creerme al 100% de que en unos días vaya a parir un bebé y eso me asusta.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vas a parirlo y necesitas saber que estas cosas pueden pasar... y pueden NO pasar. Y saber que, si pasan, necesitas un entorno fuerte e informado que sea capaz de buscar la ayuda necesaria para sacarte del pozo. Esto que digo es serio.

      Si ese entorno no te respondiera, por favor, habla con amigas, con la gente virtual, muévete, habla con el personal sanitario hasta que te hagan caso. Es muy importante por tu salud y la de tu bebe.

      Mucha suerte en el parto!

      Eliminar
  10. Bravo por tu post hobbita!!! Es genial que compartas tu experiencia, que viven muchas mamis. Gracias por ayudar a difundirlo. Me alegra que tengas tribu de centro comercial! Disfruta mucho a tus niñas!!! Ya nos contarás como te vas apañando. Un gran abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La tribu ha sido muy necesaria. Me han ayudado un montón pese a ser primerizas y me han empujado a buscar (y lograr) ayuda en el sistema sanitario. Ahora solo queda que me llamen para empezar tratamiento (y si, Semana Santa está en medio) pero ya solo queda remontar.

      Eliminar
  11. Buff... A mí me pasó con mi hijo hace ya 2 años y me sigue doliendo cuando me acuerdo. Yo sentía que le quería mucho pero a la vez me causaba rechazo. De hecho no le dí el pecho porque no soportaba la sensación. Ahora me da pena pensarlo pero tampoco he hecho un drama. Con el tiempo he relativizado mucho y aunque es una lástima haberle privado de ello, mi salud mental lo impidió. Hoy amo a mi hijo sobre todas las cosas pero que llorera aquellos primeros días. Hasta me arrepentía de haberlo tenido, que feo suena decirlo y pensarlo. Soy la única de mis amigas que es madre y cuando lo contaba no me entendían. Pero yo creo que hay que contarlo para que si algun día les toca pasarlo (espero que no) sepan que no es su culpa. Y que es normal. Aunqie me dolieron ciertos comentarios que algunos hicieron por detras. El que más me dolió fue de un amigo que le dijo a otra amiga que la maternidad se me había quedado grande y que más que un nacimiento parecía un funeral. Hoy me la pela pero en su día joder como dolió. Muy buen post!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay que contarlo. Es muy importante hacerlo, primero por ti, para poder sacarlo fuera y segundo, como bien dices, para preparar a las futuribles en cuanto a que estas cosas pueden pasar.

      Lo de ese amigo supongo que fue fruto del desconocimiento y de la mala costumbre que se tiene en este país de practicar la opinología. En fins. Espero que, además de ese amigo, lograras encontrar a alguien del entorno que fuera comprensivo.

      Parte de dejarlo por escrito en el blog es por terapéutica y en parte por normalizarlo, decir que es normal y que, aunque es una caca, se sale de ello. Los testimonios de los comentarios lo demuestran! Somos muchas las que hemos pasado por ello y de ello se sale.

      Eliminar
  12. Con Bollito fue un postparto de fábula y me paso todo lo que se espera que pase: felicidad absoluta, no me quería separar se ella en ningún momento...
    Pero cuando llegó Saladito, si bien el parto y postparto fueron bueno, no tuve babyblues ni nada parecido, no tenía esa conexión tan fuerte como con Bollito que no me permitía dejar solo a mi bebé. Al pobre a la mínima de cambio lo encasquetaba al padre, abuelos, tíos... Me daba un poco igual,la verdad. Y por ello me sentía mal, estaba deseando de que se durmiera para poder dedicar tiempo a Bollito, o de que llegara Mr Panadero y se ocupara de él.
    Y no es hasta que he leído tu post, que me he dado cuenta de que realmente lo hice...
    Me has removido la conciencia Hobbita!! (Encima tantos días de hospital me tienen con la cabeza como un bombo de tanto darle vueltas a todo!)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que ya hayas salido del hospital y todo vaya mejor. Con la Pulga sigo ahí-ahí, días de conexión algo más intensa y días de desconexión brutal y absoluta. Y la tristeza, que va y viene. Y la sensación de culpa. Y el arrepentimiento... El arrepentimiento es lo que peor llevo, curiosamente, aunque luego se me pasa.

      Eliminar